lunes, 16 de diciembre de 2013

La iglesia católica involucrada en el golpe militar del 76, testimonios en Rosario

HABLA EL HIJO DEL EX SACERDOTE MAC GUIRE, TORTURADO EN EL SEMINARIO SALESIANO DE FUNES

“Más que cómplice, la Iglesia es coautora”

Santiago Mac Guire es el ex cura tercermundista detenido en un centro clandestino que funcionó en un predio de la Iglesia, tal como viene denunciando Horacio Verbitsky en Página/12. Lucas tenía 5 años cuando su padre fue secuestrado. Aquí cuenta la historia.
 Por Natalia Biazzini *

En abril de 1978, Santiago Mac Guire apenas podía caminar. Recién salido de un centro clandestino de detención, dos soldados arrastraron al ex sacerdote tercermundista hasta el Batallón 121 de Rosario. Cuando les preguntó a esos hombres que lo trasladaban adónde había estado en esos días en que lo torturaron brutalmente, uno de los cabos le respondió: “En un lugar que se llama Ceferino Namuncurá”. Pasaron 35 años y recién ahora se está comenzando a investigar lo que ocurrió en ese predio, que perteneció a la Congregación Salesiana de Rosario y funcionó como un centro clandestino de detención y tortura en el pueblo de Funes. En octubre, la familia de Mac Guire –que dejó los hábitos para casarse y tuvo cuatro hijos– se presentó ante la Justicia como querellante en la causa que investiga el circuito represivo que funcionó bajo la órbita del Batallón de Inteligencia 121 del Ejército.
Después de pasar diez días en ese centro clandestino, los militares le informaron a Santiago que había sido juzgado por un consejo de guerra y que debía cumplir una pena de 15 años. Vivió los siguientes seis en cuatro cárceles y salió en libertad en 1983. Falleció en 2001, sin poder declarar ante la Justicia, pero lo hizo ante la Conadep en 1984. Nunca se cansó de perseguir a los que creyó responsables. Siguiendo esa búsqueda de justicia, a principios de octubre, la familia Mac Guire presentó una querella en la causa Guerrieri, donde se está juzgando a doce represores responsables del circuito represivo organizado en el sur de Santa Fe durante la última dictadura. “Santiago pudo confirmar su lugar de cautiverio por boca de dos oficiales, durante su estancia en el Batallón de Comunicaciones, de nombres Gauna y Berra”, relata el escrito firmado por las abogadas Gabriela Durruty y Jésica Pellegrini. La orden salesiana y el Arzobispado de Rosario niegan que ahí haya funcionado un centro clandestino.
Corría el convulsionado año 1968, la guerra de Vietnam, los movimientos sociales y rebeliones estudiantiles marcaban la época. En la Argentina, el militar Juan Carlos Onganía había llegado al poder dos años antes, tras derribar el gobierno de Arturo Illia. El sacerdote Mac Guire trabajaba en la villa rosarina Bajo Saladillo. Mac Guire formaba parte de los Sacerdotes del Tercer Mundo, como Carlos Mugica en Buenos Aires y Enrique Angelelli en La Rioja. Haciendo trabajo social, conoció a María Magdalena Carey, veinte años menor y de raíces irlandesas, como él. Se enamoraron, él dejó los hábitos y se casaron por civil. Tuvieron cuatro hijos. “Santiago era un militante peronista y siempre tuvo una vocación de servicio”, dice su hijo Lucas en una entrevista que le concedió a Infojus Noticias. Durante la charla, Lucas rara vez lo llamará “papá”, siempre dirá “Santiago”.

El secuestro y la “negociación”

La tarde del 18 de abril de 1978, Santiago había ido a buscar a Lucas al jardín de infantes. Con sus cinco años, Lucas vio cómo una patota militar se llevó a su padre. El niño se quedó solo en la calle, llorando, en el centro de Rosario. Lucas nunca pudo olvidar un cruce intenso de miradas con uno de los secuestradores. “Creo que no sabían qué hacer conmigo y por suerte me dejaron ahí”, dice hoy. Ese día comenzó el calvario de la familia Mac Guire: saber dónde estaba Santiago. Al hábeas corpus le siguió la respuesta más frecuente de aquel momento: no está bajo las fuerzas de seguridad.
“Mi mamá no tenía contactos militares ni policiales, así que fue al arzobispado con nosotros cuatro. Llorando, rogó por la vida del padre de sus hijos”, cuenta Lucas en su casa del barrio porteño de Congreso, con el fondo de las campanadas de un reloj antiguo que perteneció a su padre. Después de la visita al arzobispado, el general Adolfo Luciano Jáuregui, entonces jefe del cuerpo de Ejército con sede en Rosario, se apersonó a la casa a los Mac Guire.
“A mí y a mis hermanos nos encerraron en un cuarto. Jáuregui se sentó con otros militares y mi mamá en la mesa familiar”, recuerda, y señala una vieja mesa de roble. “Allí la empezaron a interrogar. Le decían que ellos no lo tenían a Santiago y que seguramente había sido secuestrado por alguno de los guerrilleros que solía cobijar en la casa. En ese entonces, mi casa era un desfiladero de tíos nuevos”, recuerda Lucas entre risas.
–¿Saben de otras personas que estuvieron en el centro clandestino con su papá?
–Santiago estuvo con Roberto Pistacchia y Eduardo Garat, que no soportó la tortura y murió; lo asesinaron. Cuando desde el arzobispado pidieron por Santiago, se confundieron y llevaron a Pistacchia. El arzobispo Guillermo Bolatti le pegó el grito en el cielo a Jáuregui por la confusión. Fue un trato de cúpula eclesiástica a cúpula militar. Por eso nosotros consideramos que la Iglesia más que cómplice fue coautora.
–¿Por qué piensa que a Santiago lo blanquearon y lo trasladaron a una cárcel común?
–Creo firmemente en un momento de coyuntura. Ya habían desmantelado los centros clandestinos más importantes, al menos de Rosario. Estaban llegando los organismos internacionales de derechos humanos y la prensa internacional informaba de las atrocidades que pasaban en el país. La peor barbarie ya había ocurrido. Cuando cae mi papá, ya habían levantado el centro clandestino Quinta de Funes.
A fines de noviembre, Santiago recuperó la libertad. Había pasado por las cárceles de Coronda, La Plata, Caseros y Rawson. “Cuando lo volví a ver en libertad, yo había cumplido once años”, dice Lucas. En democracia, Santiago denunció en la Conadep que cuando salió del centro clandestino fue trasladado al Batallón 121 de Rosario. Había recibido la visita de Bolatti y la del capellán Eugenio Zitelli, quien lo reemplazó en la parroquia popular del Bajo Saladillo.
En los años ’90, Santiago se ocupó de perseguir y escrachar a Zitelli a cada lugar donde era trasladado en su rol de sacerdote. Zitelli está imputado en la causa Guerrieri y cumple prisión domiciliaria. Santiago y su mujer, María Magdalena, se separaron, pero hace diez días ella declaró desde la cama de una clínica rosarina ante el fiscal Gonzalo Stara y el juez Marcelo Bailaque, titular del Juzgado Federal Nº 4 de Rosario.
–Nuestra querella está en instrucción y se está incorporando a la causa. La Iglesia niega este centro clandestino. Nosotros tenemos los papeles de la venta del terreno un año después (1979) a la Aeronáutica. Lo vendieron porque deben haber pasado muchas más personas por ahí. También para borrar huellas. Ahora el lugar está todo reformado.
–¿Qué esperan?
–Ojalá que la gente de la Iglesia recapacite, no quiero ofender a nadie. Ya sabemos que los salesianos no son curas de base. Tienen colegios privados, locales en shoppings. Mueven millones de pesos. Espero que alguno pueda decir que ese lugar se le prestó al Ejército un año antes de ser vendido. Serviría mucho.
* De la Agencia Nacional de Noticias Jurídicas (Infojus).

sábado, 3 de julio de 2010

jueves, 3 de junio de 2010

ज्ञुइकिओ क्ष ला मसक्रे दे मार्गारिता बेलें. चाको. Argentina

Junio de 2010
Comienza juicio por la "Masacre de Margarita Belén"
Se trata de la causa por la cual se investiga el fusilamiento de más de 20 jóvenes militantes en El Chaco, durante la última dictadura militar, que dará inicio el próximo jueves. Están procesados ocho represores.
Télam
El jueves 3 de junio comenzará en Resistencia el juicio oral y público a los responsables de la emblemática "Masacre de Margarita Belén", ocurrida el 13 de diciembre de 1976, un fusilamiento de más de 20 jóvenes militantes políticos que se encubrió en la dictadura militar como un "intento de fuga de presos".
La causa se denomino originalmente en la Justicia Federal como "Larrateguy, Jorge Alcides y otros s/homicidio agravado y desaparición forzada de personas", pero fue recaratulada luego como "Rennes, Athos Gustavo y otros s/ homicidio agravado" después del fallecimiento en la impunidad del teniente coronel Larrateguy.
Tras dormir en los estrados judiciales más de 20 años, la causa se reabrió en 2001, con una presentación formal ante el juez Federal de Resistencia, Carlos Skidelsky, y después de arduas batallas jurídicas, "chicanas" procesales y un final incierto, en 2009 se elevó a juicio oral y público la Masacre de Margarita Belén ocurrida hace casi 34 años.
En la causa están acusados los represores Horacio Losito, Jorge Carnero Sabol, Athos Gustavo Rennes, Ricardo Reyes, Aldo Martínez Segón, Germán Riquelme, Ernesto Simoni y Luis Alberto Patteta.
El también ex militar Norberto Raúl Tozzo se encuentra preso en Brasil, mientras se sustancia el trámite de extradición y debe agregarse a la lista el ex policía Alfredo Chas.
Losito ya fue condenado a 25 años de prisión por su participación en crímenes de lesa humanidad cometidos en el ex Regimiento de Infantería 9 de Corrientes.
Las víctimas de la Masacre, ocurrida en el paraje Margarita Belén, a 25 kilómetros de la Capital, fueron: Luis Barco, Mario Cueva, Luis Franzen, Manuel Parodi Ocampo, Néstor Salas, Patricio Blás Tierno, Carlos Alberto Duarte, Julio Andrés Pereira, Alberto Díaz, Roberto Horacio Yedro, Carlos Tereszecuk, Reinaldo Amalio Zapata, Delicia González, Raúl Caire, Carlos Alberto Zamudio y Fernando Piérola.
También se sumaron otras personas que estaban detenidas en forma clandestina como es el caso de Ema Beatriz Cabral y Alcides Bosch cuyos restos fueron rescatados del cementerio de Resistencia e identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense y otras cuya identidad se busca aún establecer.
El Tribunal que juzgara a los genocidas estará integrado por la presidenta de debate Mirta Gladis Yunes y los jueces Eduardo Belforte, juez del tribunal oral de Formosa y Luís González de la Cámara Federal de Apelaciones de Corrientes.
Como cuarto juez actuará Aldo Mario Alurralde juez Federal de Reconquista (Santa Fe) y se calcula que habrá más de 130 testigos. Son querellantes en la causa la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación , la Subsecretaria de Derechos Humanos del Chaco, la Liga Argentina por los Derechos Humanos, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y los familiares Dafne Zamudio, Mirta Clara, Gustavo, Maria Luz, Cristela y Alvaro Pierola.
Los hechos que se juzgan ocurrieron el 13 de diciembre de 1976, en plena dictadura cuando un grupo de presos políticos fueron sacados de la Alcaidía Policial y de la Cárcel U 7 de Resistencia para ser trasladados a un penal de Formosa, operativo al que se denominó "encubrimiento rojo".
En medio del traslado, se fraguó un intento de fuga de los detenidos, que previamente fueron torturados hasta casi matarlos en la Alcaidía policial.
Según consta en el Informe Final de la Cámara de Diputados de Chaco, los presos políticos fueron fusilados a mansalva por un grupo integrado por militares, policías y miembros civiles del Servicio de Inteligencia del Estado (SIDE).
  1. http://www.virginiaogandobuscasuhermano.org/2010/04/mensaje-echado-al-mar-en-una-botella.html#links

miércoles, 28 de abril de 2010

La casa de los padres de Clara Anahí


En la calle 30 N° 1134 (entre 55 y 56) de la ciudad de La Plata vivió la familia Mariani-Teruggi, constituida por Daniel Mariani, Diana Teruggi y su hija Clara Anahí Mariani, de tres meses de edad.

viernes, 25 de diciembre de 2009

¿QUÉ PASA CON LA ENERC?

BUENOS AIRES, 16 de diciembre de 2009.
Sra. Presidenta del INCAA,
Doña Liliana Mazure.
PRESENTE.

De nuestra consideración:

Tomado conocimiento de que se produjo una intervención en la ENERC (Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica), que a partir de este momento pasa a estar a su cargo, los abajo firmantes, convocados específicamente por las distintas tareas desempeñadas hasta la fecha en dicha Escuela (alumnos, profesores, empleados no docentes, egresados),

CONSIDERAMOS:

1 Que la gestión llevada a cabo por la Sra. Directora, Dra. Silvia Barales, así como su equipo de coordinación general de la ENERC, ha sabido responder a las expectativas requeridas por la misma, motivo por el que sostenemos nuestro apoyo incondicional a su positiva gestión.


2 Que lo indicado en el punto 1 incluye tanto las tareas en lo concerniente a lo pedagógico-académico como lo correspondiente a lo administrativo-económico, incluyendo estos ítems la proyección internacional y nacional de la ENERC a través de sus distintas áreas (Cefopro, Articulaciones con Universidades Nacionales, producciones interinstitucionales), hecho que ha facilitado el crecimiento de la Escuela y la repercusión de sus postulados en el seno de la sociedad.

3 Que la ENERC, a lo largo de su historia, dado el nivel de su alumnado (resultado de una rigurosa exigencia de ingreso), la estructuración académica de sus distintas especialidades (algo no frecuente en otras escuelas de cine), la gratuidad de su enseñanza, sus recursos técnicos de equipamiento, la excelencia y formación de su cuerpo docente, la responsabilidad laboral de su equipo no docente, y a lo largo de más de cuatro décadas, se ha ido convirtiendo en casa de referencia de estudios de los medios audiovisuales, tanto en el campo nacional como en el internacional.

4 Que lo así realizado (punto 3) ha sido posible gracias a una conducción responsable en lo pedagógico y en lo administrativo; siendo un factor primordial de tal logro la continuidad propia de tal cargo directivo a lo largo del tiempo.
5 Que expresamos nuestro respeto ante propuestas efectuadas por minorías dentro de las actividades de la institución ENERC, pero exigimos a la vez igual respeto por las mayorías que se expresan a través de su tarea cotidiana y que terminan planteando sus necesidades mediante los carriles normales institucionales, sin perjudicar el normal desarrollo de las tareas propias de nuestra casa de estudios.

6 Que precisamente por lo indicado en el punto 5 se ha visto, a través del tiempo, que la ENERC creció de manera continuada, logrando incluso defenderse de los embates que tendieron, en varias oportunidades, a propender a su desaparición (o absorción por otras instituciones del Estado). En este último caso (que es de esperar no vuelva a producirse jamás) sí creemos que es necesaria una movilización colectiva de todos los implicados en la existencia de la ENERC; y no así la perturbación por la perturbación misma que, en última instancia, oculta a nuestro entender intereses no sólo minoritarios sino también personales o políticos que tienden a eliminar una dirección y una gestión sin razones de peso que lo justifiquen.

7 Que en un año signado por la doble crisis de la Gripe A (obligatoria suspensión de clases) y la emergencia edilicia (plan de obras de reparación y ampliación de la sede de la ENERC), y ante su propia solicitud en calidad de Presidenta del INCAA (ante el cuerpo docente y de alumnado) de que se cumpliese, no obstante las limitaciones, con la planificación anual de las clases y la realización de todos los trabajos curriculares apelándose a toda costa al cumplimiento de las tareas exigidas por el año lectivo, resulta evidente que tales objetivos fueron debidamente cumplidos.


8 Que pese a los errores que pueden o pudieron cometerse en el desarrollo normal de una tarea directiva, alumnos, profesores y personal no docente de la ENERC terminaron cumpliendo con el objetivo (punto 7) fijado precisamente por Vd.; y ello con la satisfacción de haber dado cauce positivo a su visión del momento.

9 Que a partir de este momento da inicio la intervención a su cargo por Vd. decidida y por lo tanto investida del más alto nivel de autoridad y con las posibilidades de acción positiva que ello implica, con el objetivo de perfeccionar el funcionamiento de la ENERC.

10 Que lo expresado en el punto 9 sea llevado adelante apelando al respaldo y el asesoramiento pedagógico, administrativo y contable de la actual conformación de la ENERC.

11 Que no llegamos a comprender los planteos efectuados por el grupo que mediante sus manifestaciones ha conducido a esta situación de irregularidad; varias de las demandas que expresan, inclusive exceden el ámbito de la administración de la ENERC.Por todo lo expuesto,

SOLICITAMOS

1 Que la intervención tenga en cuenta la permanencia en sus puestos de trabajo y de estudio de todo el plantel de la ENERC (dirección, coordinaciones de producción, académica y de alumnado, profesorado, personal no docente y programas), de tal modo que continúe el normal desarrollo de todas las actividades académicas tal como se ha venido desarrollando hasta la fecha y según la planificación académico-curricular.

2 Que la intervención decidida en la ENERC se aplique a una inmediata y sabia gestión que pueda identificar falencias y brindar soluciones a las mismas con el objetivo de perfeccionar el funcionamiento de la Escuela, reconociendo que toda gestión es perfectible.

3 Que la intervención, a través de su alta investidura, logre hacer un aporte a la continuidad del curso normal de estudios que se ha visto perturbado por grupos de personas integrantes de la ENERC, así como también por personas ajenas a la institución.

4 Que se tenga en cuenta lo absurdo de una situación que debe ser superada, ya que en primer término queremos dar relevancia al notable apoyo prestado por Vd., Liliana Mazure, al funcionamiento eficiente de la ENERC; apoyo que, a través de la dirección de la Dra. Silva Barales, se canalizó en inmenso beneficio de los alumnos y el resto d ela comunidad educativa, algunos de los cuales, paradójicamente, cuestionan esta gestión.

En relación con todo lo expresado, quedamos a su disposición para ampliar toda la información que Vd. considere necesaria.
Sin otro particular, saludamos a Ud. muy atentamente.


http://www.enerc.gov.ar/



jueves, 10 de diciembre de 2009

Homenaje a los fusilados de la UP1 Córdoba



Hola el sabado 12 de diciembre a las 18:30 horas
frente a la penitenciaria de Barrio San Martin
llevaremos a cabo el acto homenaje a los fusilados UP1
aqui te enviamos una invitacion en video para difundir:
invitacion video completa:
http://www.youtube.com/watch?v=d-uMwjVSvss
invitacion video resumida:
http://www.youtube.com/watch?v=Bzye1mkcos0
datos y gacetilla de prensa del acto:
MEMORIA y JUSTICIA del AYER
COMPROMISOS y LUCHAS de HOY

Homenaje a los presos políticos fusilados de la UP1 Córdoba

Entre marzo y octubre de 1976 fueron fusilados 29 presos políticos detenidos en la Unidad 1 del Servicio Penitenciario Provincial (Barrio San Martín, Córdoba). En la época en que se cometieron esos crímenes comandaba el Tercer Cuerpo de Ejército el general Luciano Benjamín Menéndez, en tanto que al frente de la Cuarta Brigada Aerotransportada (área 311), unidad de la cual dependía el Servicio Penitenciario, se desempeñaba el general Juan Bautista Sasiaiñ. Como tales, ellos fueron los principales responsables de esos asesinatos.Todos los fusilados eran presos políticos, pero por sobre todo fueron luchadores populares. Fueron asesinados por su compromiso con la causa popular, por luchar por una Argentina más justa, libre y soberana. Ese fue el denominador común de sus vidas.

Sábado 12 de diciembre 18.30 horas frente a la UP1 Cárcel Penitenciaria de Barrio San Martín, Córdoba

Participarán del mismo, organizaciones que hoy luchan por las tierras

"POR ALGO HABRÁ SIDO"SÍ, POR ALGO FUE, POR ALGO ES!


JUICIO Y CONDENA PERPETUA EN CÁRCEL COMÚN A LOS ASESINOS!!


Comisión de homenaje UP1
Comisionhomenajeup1@gmail.com
.

sábado, 28 de noviembre de 2009

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Como los medios reproducen la actualidad diaria en nuestro presente


Sembrando el caos, sustituiremos sus valores, sin que sea percibido, por otros falsos, y les obligaremos a creer en ellos. Encontraremos a nuestros aliados y correligionarios en el propio país. Episodio tras episodio se va a representar por sus proporciones una grandiosa tragedia, la de la muerte, la tragedia de la definitiva e irreversible extinción de su autoconciencia. De la literatura y el arte, por ejemplo, haremos desaparecer su carga social. Deshabituaremos a los artistas, les quitaremos las ganas de dedicarse al arte, a la investigación de los procesos que se desarrollan en el interior de la sociedad. Literatura, cine, teatro, deberán reflejar y enaltecer los más bajos sentimientos humanos. Apoyaremos y encumbraremos por todos los medios a los denominados artistas, que comenzarán a sembrar e inculcar en la conciencia humana el culto del sexo, de la violencia, el sadismo, la traición. En una palabra: cualquier tipo de inmoralidad. En la dirección del estado crearemos el caos y la confusión. De una manera imperceptible, pero activa y constante, propiciaremos el despotismo de los funcionarios, el soborno, la corrupción, la falta de principios. La honradez y la honestidad serán ridiculizadas, innecesarias y convertidas en un vestigio del pasado. El descaro, la insolencia, el engaño y la mentira, el alcoholismo la drogadicción, el miedo irracional entre semejantes, la traición, el nacionalismo, la enemistad entre los pueblos, y ante todo el odio al socialismo; todo esto es lo que vamos a cultivar hábilmente hasta que reviente como el capullo de una flor.Sólo unos pocos acertaran a sospechar e incluso comprender lo que realmente sucede. Pero a esa gente la situaremos en una posición de indefensión, ridiculizándolos, encontrando la manera de calumniarles, desacreditarles y señalarles como desechos de la sociedad. Haremos parecer chabacanos los fundamentos de la moralidad, destruyéndolos. Nuestra principal apuesta será la juventud. La corromperemos, desmoralizaremos, pervertiremos.”.

El texto pertenece al libro titulado EL ARTE DE LA INTELIGENCIA, de ALLEN W. DULLES fundador e ideólogo de la CIA en la década de los 50-aporte de Enjambre-

Gracias a la familia Puerta por el aporte!

jueves, 25 de diciembre de 2008

miércoles, 17 de diciembre de 2008

lunes, 24 de noviembre de 2008

VICTOR HUGO PACIARONI "barbijo"

Querido Barbijo:

No hay palabra que me nombre. No.

No hay palabra que me nombre, que nos nombre; digo... a los que estamos de este lado de la herida.
Hay palabras adaptadas. Hay otras que están faltando.
Porque, ¿cómo se nombra a la amiga de un desaparecido?
¿y a la compañera?
¿al padre? ¿a la madre?


Tantas veces te escribí imaginarias cartas...

Sin destino. Sin estampilla. Sabiendo que me entenderías porque fue mucho lo que nos conocimos, fue mucho lo que nos quisimos y corto el tiempo que nos dieron.
Hoy me siento a contarles a los demás un poco de tu historia: a los que quizás están viendo por primera vez tu foto. Quien te dice... en una de esas, alguien sepa lo que hace tanto tiempo espero que me digan: qué fue de vos en la oscura noche.

Conocí a Barbijo en una toma del Comedor Universitario.
Los estudiantes que formábamos interminables colas para acceder al almuerzo, fuimos llamados a colaborar cubriendo la ausencia de los cocineros. Y allí estaba él. Él, que con ingenio logró lo que otros no podían, encender esas complicadas cocinas y organizar la tarea de cada uno.

Ahí recibí de Víctor la primera enseñanza de las tantas que vendrían luego.

En la segunda oportunidad lo tenía sentado frente a mí en una reunión.
Era un aula de la Ciudad Universitaria. Mientras el debate se llevaba a cabo, Barbijo se empeñó en arreglar la cerradura que había advertido rota al llegar, sin perder el hilo de lo que allí se discutía. Es que su sentido de la responsabilidad no le permitía pasar por alto ese detalle y lo expresó claramente: "lo que pertenece a la comunidad debe ser mantenido en condiciones en la medida de nuestras posibilidades y somos nosotros quienes debemos ser coherentes a nuestros principios en la búsqueda del hombre nuevo"

Así, con esas características, con esa claridad, era Víctor Hugo.
Comenzamos a compartir la militancia en la Facultad de Arquitectura, donde la lucha por reivindicaciones estudiantiles nos mantenía en contínua actividad y se fue forjando una amistad muy fuerte que nos hacía inseparables...

Y aquí mi amiga, la amiga de Barbijo, hace un alto en su relato, mientras se entrecruzan sus recuerdos con los míos, yo tengo diez años menos que ella.

Mientras ella militaba en la Facultad, yo iba al primario. Compartíamos sin conocernos aún, una ciudad, sus calles, el amor, el viento, la música, la alegría y el miedo.

Esta historia sigue, mientras suena en mi cabeza "Noches de blanco satin" de los moody blues.

http://www.youtube.com/watch?v=9muzyOd4Lh8&feature=related

sábado, 25 de octubre de 2008

Casona Cultural Humahuaca - Ventana Aborigen

Casona Cultural Humahuaca - Ventana Aborigen

Arte, música y pensamiento

Evento comunitario

2º viernes del mes 22:00 hs.

Entrada: Bono contribución $ 5

Ventana Aborigen es un espacio solidario de difusiòn de cultura, arte y pensamiento de nuestros pueblos originarios y se hace posible por el aporte de una comunidad comprometida con la causa que se permite soñar y trabajar incansablemente en favor del amor, de la paz y de la justicia social.
VENTANA ABORIGEN
UN ESPACIO SOLIDARIO DE MUSICA, ARTE Y PENSAMIENTO
VIERNES 10 DE OCTUBRE DE 2008 A PARTIR DE LAS 22.00 HORAS
Por cuarto año consecutivo La Casona abre su Ventana Aborigen para compartir con ustedes este encuentro.
· CEREMONIA DE APERTURA CON EL ACOMPAÑAMIENTO DE NUESTRAS CAJAS Y COPLAS
· · SONANDO CAMINOS - Trío juvenil de cuerdas.
· · TALLER DE CHARANGO Y GUITARRA del Centro Cultural DISCEPOLÍN (Grupo infanto juvenil)
PODER SIKURI
EMPANADAS Y VINO
BONO CONTRIBUCION $ 5.-
El 2º viernes de cada mes los esperamos para compartir un encuentro que lo hacemos entre todos Ventanaborigen @yahoo.com.ar

CASONA CULTURAL DE HUMAHUACA
Humahuaca 3508
Ciudad Autonoma de Buenos Aires - Argentina

viernes, 10 de octubre de 2008

Página/12 :: El país :: “Siguen siendo torturadores”


Página/12 :: El país :: “Siguen siendo torturadores”

EL PAIS › RECLAMO PARA QUE TRES REPRESORES CUMPLAN SU CONDENA EN UNA CARCEL COMUN
“Siguen siendo torturadores”

El fiscal Félix Crous hizo su alegato en el juicio a los jefes de los centros clandestinos Mansión Seré, de Morón, y La Cueva, de Mar del Plata। Recalcó que los acusados mantienen oculto el destino final de las víctimas
Por Diego Martínez

“Larga vida en una cárcel común”, deseó y pidió el fiscal federal Félix Crous ayer, durante su alegato ante el Tribunal Oral Federal Nº 5, para los jefes de los centros clandestinos Mansión Seré y La Cueva de Mar del Plata. Luego de una prolija acusación, Crous solicitó prisión perpetua para el coronel Pedro Alberto Barda y 25 años de cárcel para los brigadieres César Comes e Hipólito Mariani. Recordó que “siguen siendo torturadores” por ocultar el destino final de las víctimas a sus familias. Los abogados querellantes, que habían cuestionado al fiscal por no pedir que se revoquen las excarcelaciones de los brigadieres, ayer lo felicitaron.
Barda, de paso corto y señorial bastón de empuñadura dorada, llegó temprano. Los brigadieres, de impecable porte para sus ochenta abriles, ingresaron poco antes que los jueces y por la misma puerta. El único amigo que fue a acompañarlos se ligó un reto por golpear el blíndex para que lo vieran y no se sintieran tan solos. Los imputados no conocen aún la cárcel: Barda está preso en su casa y los pilotos, excarcelados.
Crous detalló los secuestros por los que se juzga a los jefes de Atila, como los guardias llamaban a Mansión Seré. Mariani tomó notas igual que su abogado José Garona, un histórico de la Fuerza Aérea que defendió al brigadier Orlando Agosti en 1985. Comes sacó la birome, pero desistió pronto. El relato del fiscal, un rompecabezas construido por un laborioso equipo de trabajo, no logró atrapar a todos los jueces. Guillermo Gordo y Ricardo Farías se dispersaron seguido e intercambiaron infinidad de papelitos con mensajes.
Mariani y Comes comandaron las bases de El Palomar y Morón, y fueron en 1977 y 1978 jefes de la Fuerza de Tareas 100, creada para cumplir “funciones antisubversivas” en zona oeste, incluida Castelar, donde funcionó Mansión Seré. “Haber estado allí es en sí una tortura”, destacó Crous. Se los juzga como autores mediatos de una docena de secuestros y tormentos, más la desaparición de Juan Carlos Brid. Garona intentó desviar la atención al área de inteligencia, pero son demasiadas las menciones a las bases.
“¡Palomar! ¡Morón! ¡Se escapó un paquete, manden gente!”, fue el pedido que los cautivos escucharon tras la fuga de 1978. “Atila a Palomar”, gritaban por radio. Desde allí también llegaba la comida. “¡No entré a la Fuerza Aérea para esto!”, rezongó un cordobés. Varios estudiaban en la Escuela Aérea de Córdoba y relataron que los obligaban a “hacer extras” allí. Usaban platos, frazadas y toallas con insignias de la Fuerza Aérea. Hasta una prostituta que se negó a participar de una orgía en la base de Palomar fue trasladada a Mansión Seré y violada por la patota. Cuando el amigo de los brigadieres escuchó que obligaban a rezar el Padrenuestro a latigazos, dio media vuelta y se fue con la cabeza gacha.
Barda fue el máximo responsable de la represión en Mar del Plata, donde comandó La Cueva, que funcionó en la Base Aérea. Se lo juzga por los homicidios de Jorge Candeloro, abogado laboralista y militante del PCR torturado hasta la muerte, y de Analía Magliaro, que tras su paso por El Vesubio y la comisaría 34ª porteña fue trasladada en avión hasta la pista del Grupo de Artillería de Defensa Aérea 601. Allí la recibió el capitán Fortunato Valentín Rezzet, aún libre e impune. Poco después fue asesinada en un tiroteo fraguado. “Tan lejos llegó la perversión y el sadismo que hasta tergiversó la conducta de las víctimas al momento de perder la vida”, recordó Crous en referencia a Barda, que no conforme con simular enfrentamientos para justificar crímenes sindicó a las víctimas como colaboradores. El fiscal pidió que se investigue a Rezzet y al brigadier Miguel Angel Osses, superior inmediato de los brigadieres.
“Mariani y Comes son hoy y aquí torturadores, porque callan el destino del cuerpo de Brid, y negar esa información es una tortura para sus familiares. Barda también es un torturador porque calla el destino de Candeloro a su compañera”, concluyó Crous.
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sábado, 4 de octubre de 2008

martes, 2 de septiembre de 2008

viernes, 29 de agosto de 2008

LOS REPRESORES BUSSI Y MENENDEZ FUERON CONDENADOS A CADENA PERPETUA POR EL SECUESTRO Y DESAPARICION DEL SENADOR VARGAS AIGNASSE

Dos genocidas que encontraron su lugar en el mundo...
LOS REPRESORES BUSSI Y MENENDEZ FUERON CONDENADOS A CADENA PERPETUA POR EL SECUESTRO Y DESAPARICION DEL SENADOR VARGAS AIGNASSE
Dos genocidas que encontraron su lugar en el mundo
Luciano Benjamín Menéndez y Antonio Domingo Bussi escucharon ayer la sentencia del tribunal de Tucumán. Quedó en duda la decisión sobre la revocatoria de la prisión domiciliaria de Bussi. Los manifestantes reaccionaron y la Gendarmería reprimió.

Por Ramiro Rearte
Desde Tucumán
Los represores Antonio Domingo Bussi y Luciano Benjamín Menéndez fueron condenados a prisión perpetua por el secuestro y desaparición del senador provincial Guillermo Vargas Aignasse. El Tribunal Oral Penal de Tucumán los encontró culpables de asociación ilícita, desaparición forzada, violación de domicilio, violación ilegítima de la libertad agravada, condiciones tortuosas de detención, aplicación de tormentos reiterados y homicidio calificado, delitos de lesa humanidad cometidos entre el 24 de marzo y el 6 de abril de 1976. Los jueces resolverán recién después del 5 de septiembre si Bussi será trasladado a una cárcel común o no. Esa indefinición ocasionó que los manifestantes, que se encontraban en la puerta de la sala de audiencias, se desbordaran al demostrar su descontento. La intervención de la Gendarmería Nacional terminó en una refriega con unos treinta militantes de derechos humanos heridos al igual que otros quince efectivos de esa fuerza de seguridad. Hubo corridas a diestra y siniestra ante la lluvia de gases lacrimógenos.
En el clímax de la protesta se cerró la sala de audiencias como medida preventiva. Ahí siguieron los cruces verbales entre los defensores de Bussi y los organismos.
Como estaba previsto, a las 10.30 el Tribunal Oral Penal en lo Criminal abrió la audiencia otorgando la última palabra a los represores antes de pasar a deliberar. En el recinto se tuvieron que incrementar las sillas ya que su capacidad estaba colmada con más de 270 personas.
El primero en hacer uso de la palabra fue el genocida local, que primero prefirió dedicar gran parte de su descargo al fiscal general federal, Alfredo Terraf, quien optó por darle la espalda a Bussi. Como ya es costumbre, el represor lloró en dos oportunidades mientras leía sus últimas palabras frente al Tribunal. Tenía una carpeta con doce carillas escritas en computadora y había párrafos subrayados con resaltador flúo, ahí cambiaba la voz, por una más potente, como cuando ordenaba durante la dictadura. Sus palabras se centraron más en su “carrera política” que en su responsabilidad como general con asiento en Tucumán durante el golpe. Trató de tener una actitud complaciente con los magistrados al resaltar que “ustedes, excelentísimo Tribunal, serán los protagonistas de este fallo cualquiera sea su sentencia y pasará a la posteridad como un antes y un después en la vida política tucumana”, mientras era asistido por tres médicos del sistema provincial de salud. En dos oportunidades pidió que se le incremente el flujo de oxígeno porque, según susurró, “le faltaba el aire”.
Bussi acusó al fiscal Terraf de “mentiroso” al señalar que “tendrá otro espacio en la historia con posterioridad inmediata a este juicio, donde seguramente no tendrán cabida sus falsas acusaciones, avaladas por delincuentes comunes. También se lo recordará por su pretendido vedetismo publicitario. Usted ha cambiado, señor fiscal, yo no. Yo sigo siendo el Bussi de toda mi vida. Fui reconocido por todos los tucumanos en más de treinta años de carrera política. El coraje se demuestra combatiendo y no como usted, que insulta a mis hijos, y en la defensa de las causas verdaderamente justas”.
Después de los treinta minutos de lectura de Bussi, se pasó a un cuarto intermedio. Luego, tomó la palabra Luciano Benjamín Menéndez, quien desempolvó casi el mismo discurso que pronunció en Córdoba cuando fue condenado. Sus palabras parecían haber quedado detenidas en el tiempo, repitió que la culpa de todo el proceso vivido en nuestro país durante la dictadura fue por los primeros movimientos guerrilleros a fines de la década del ’60. Menéndez no lloró, pero se quejó que mientras era amo y señor del suelo tucumano no podía ir de descanso a los cerros norteños, más precisamente a la localidad de Tafí del Valle, porque en ese entones “la ruta 38 estaba llena de montoneros”.
“Hace cincuenta años la guerra estalló repentina y brutalmente en nuestro país. Sin tener arte ni parte, sino porque estábamos en la ruta de conquista del terrorismo internacional, los argentinos sufrimos el asalto de la subversión marxista, que por orden y cuenta de la Unión Soviética y de su sucursal Cuba se proponían someter a nuestro país a su sistema y a sumarnos a su satélite. Era la guerra, pero la más total de todas las guerras, la guerra revolucionaria, no se tratada de sacarnos un pedazo de territorio, no se trataba de un paso entre dos océanos. En realidad, la subversión apuntaba al alma de nuestro pueblo”, aseveró mientas exageraba las eres en su lectura.
Acompañando a los represores estaban la hija y la viuda del capitán Humberto Viola, ajusticiado por el Ejército Revolucionario del Pueblo en abril de 1974 en Tucumán. La mujer llevaba una lámina con la imagen del militar muerto tal como la confeccionan los familiares de desaparecidos.
Cerca del mediodía y con mucho calor en la sala, los jueces Gabriel Casas, Carlos Enrique Jiménez Montilla y Josefina Curi pasaron para la tarde la lectura del veredicto. Desde ese momento, comenzaron las especulaciones sobre cuál sería la decisión final de los magistrados. La lectura de todos los cargos para la condena de ambos represores insumió nueve minutos. También se elevaron dos pedidos de detención por falso testimonio, para los testigos Carlos Antonio Décima y José Víctor Gerez, y otros dos por falsificación de instrumento público, en contra de Roque Cabral y Raúl Molina, funcionarios militares quienes habrían sido encargados de “armar” la historia oficial del caso Vargas Aignasse antes de que los militares dejaran el poder.
Los familiares de Vargas Aigna-sse y los organismos de derechos humanos pretendían que Bussi fuera llevado a una cárcel común en el penal de Villa Urquiza, capítulo todavía abierto hasta la decisión final del Tribunal Oral. A la hora de las declaraciones a la prensa, ambos sectores dijeron estar disconformes con parte del fallo. Uno, porque todavía sigue vigente la prisión domiciliaria para Bussi, aunque fue condenado, y otro porque fue condenado a cadena perpetua, pero detenido en la casa de uno de sus hijos ubicada en un country.
Ahora falta la lectura de los fundamentos de la sentencia que se concretará el 4 de septiembre por la mañana. Luego, tendrán cinco días hábiles desde el 5 de septiembre para decidir el lugar donde Bussi deberá cumplir la condena. La sensación que quedó entre los tucumanos es que al Tribunal Oral Penal en lo Criminal le faltó un pequeño trazo para terminar de cerrar el círculo de impunidad impuesto por Bussi y Menéndez durante la oscura década del ’70. Lo positivo es que todavía queda una puerta abierta.

sábado, 9 de agosto de 2008



Todas las comunidades están denunciadas por “usurpación” del espacio donde siempre vivieron.

AnA: Huellas de la Campaña del Desierto

AnA: Huellas de la Campaña del Desierto


Leyes que no se cumplen



Por Eduardo Raúl Hualpa *

La llamada “Campaña del Desierto” fue el mecanismo de apropiación militar de las tierras que poseían los indígenas. En la misma Constitución fundante de nuestra Nación se ordenaba al Congreso: “Proveer a la seguridad de las fronteras; conservar el trato pacífico con los indios y promover la conversión de ellos al catolicismo”. Recién un siglo después, en la vuelta a la democracia, la presión de organizaciones indígenas condujo que se apruebe la ley 23.302, de política y apoyo a las comunidades aborígenes. Aunque con importantes resabios asistencialistas, fue un avance importante. Un rebote de ello fueron nuevas y numerosas normas provinciales, en la década del ’80 y principios del ’90, incluidas reformas de constituciones que consagraron los derechos indígenas.
En 1989, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) revisó el Convenio 107 y aprobó el 169. Introdujo el concepto de “Pueblos Indígenas” y se retractó del carácter asimilacionista del anterior. Fue ratificado en Argentina recién diez años después.
La reforma de la Constitución de 1994, mediante el artículo 75 inciso 17, reconoce la preexistencia étnica y cultural, garantiza el respeto a su identidad, educación bilingüe e intercultural, personería jurídica de sus comunidades, posesión y propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupan, entrega de otras aptas y suficientes, asegura la participación en la gestión de los asuntos que los afecten, especialmente en materia de recursos naturales. Una legislación de avanzada, enorme paso para los Pueblos Indígenas, imposible de darse sin la constante movilización de las comunidades. En septiembre pasado, la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración de los Derechos Indígenas, otro paso fundamental, ahora a nivel global.
Pero la realidad está alejada de toda la legislación. La depredación de los territorios indígenas a manos de las empresas mineras, petroleras, madereras, turísticas, inmobiliarias, Estado, Ejército y especialmente el avance de la frontera agrícola con la soja denuncia a diario el incumplimiento de los derechos indígenas.
A catorce años de la reforma constitucional, los Pueblos Indígenas continúan en lucha, preservando su cultura, movilizados, defendiendo y recuperando territorio. Quizá se pregunten quién es más atrasado: el que tiene una historia aún no escrita, o el que no cumple lo que escribe y viola a diario los derechos humanos.


* Abogado especializado en Derecho indígena.

Huellas de la Campaña del Desierto

Los reclamos históricos

Por Alejandra Dandan

El derecho sobre las tierras que ocupan, los bienes naturales que poseen y la preservación del medio ambiente; autonomía y participación en los asuntos que les conciernen; derechos colectivos, cultura, identidad, educación, salud, empleo e idioma son reclamos históricos de los pueblos indígenas del mundo, unas 370 millones de personas que hoy conmemoran su Día Mundial, en referencia al 9 de agosto de 1982, cuando se realizó la primera reunión del Grupo de Trabajo sobre los Pueblos Indígenas de la ONU. Según datos de la misma organización, los cinco mil pueblos indígenas que existen en 70 países son los más afectados por la pobreza: son el cinco por ciento de la población mundial y, al mismo tiempo, representan el 30 por ciento de los 900 millones de personas que subsisten en la extrema pobreza.
También sufren el etnocidio, la posibilidad de desaparición como pueblos y culturas. De las 6700 lenguas que se hablan en el mundo, 4000 son indígenas y están en peligro de extinción y de ser sustituidas por lenguas dominantes. Y debido a violaciones a los derechos humanos y al deterioro del medio ambiente, el 50 por ciento de los indígenas fueron desplazados de sus territorios ancestrales y viven en las ciudades.
Entre los reclamos históricos de los pueblos indígenas de América sobresalen las matanzas que sufrieron para ser despojados de territorio. Que el Ejército hoy permanezca en territorio ancestral es considerado por las comunidades como la permanencia de un crimen aún impune.

lunes, 4 de agosto de 2008

Juicio en Tucumán a Antonio Bussi y Luciano Menéndez

Desde mañana, Tucumán vivirá un hecho histórico como consecuencia de la celebración del primer juicio oral y público por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar, en el que los imputados son los ex represores Antonio Bussi y Luciano Benjamín Menéndez, quien hace unos días fuera condenado a cadena perpetua por la comisión de delitos de lesa humanidad cometidos en Córdoba durante la dictadura militar.
En las audiencias de debate, a los militares retirados les imputarán los delitos de violación de domicilio y violación ilegítima de la libertad agravada, aplicación de tormentos reiterados, homicidio calificado y asociación ilícita en perjuicio del ex senador provincial justicialista Guillermo Vargas Aignasse, desaparecido en 1976.
Cuando el 27 de diciembre de 2007 dispuso la elevación a juicio de la causa, el juez federal Daniel Bejas concluyó que todos los hechos ilícitos debían ser imputados en concurso real con el delito de lesa humanidad y dentro del marco del delito de genocidio previsto por el Derecho Penal Internacional.
El diputado nacional Gerónimo Vargas Aignasse, hijo de la víctima, aseveró que "esta causa es emblemática, porque pulveriza de manera contundente la infame teoría de los dos demonios, habida cuenta de que era un senador provincial, sin antecedentes penales, profesor universitario, sin participación en ninguna facción beligerante y que sólo se opuso al golpe".

sábado, 21 de junio de 2008

Juicio a Menéndez - Córdoba Argentina - Tribunales Federales - Junio/08




El entusiasmo de los asistentes por estar presentes, conscientes de la trascendencia histórica que tiene este juicio se renueva día a día. Por el contrario, las butacas que ocupan los imputados, protegidas por una caja de vidrio blindado, se vacían sistemáticamente. Los genocidas que se creyeron dioses, dueños de la vida y amos de la muerte, no toleran escuchar sus aberraciones.


Algunos argumentan enfermedades falsas, otros desconocen toda justicia que no sea militar y manifiestan su descontento enlutando la escarapela que cuelgan de sus solapas. Otros (la patota) se queda y anotantodo, aun pretenden intimidar con su presencia a los testigos.


El dato es que el viernes pasado, como único testimonio se exhibió el documental “El Horror está Enterrado en San Vicente” y en esta oportunidad, por primera vez en lo que va del juicio, los ocho abandonaron sus butacas para refugiarse en una sala contigua, para no ver las evidencias de su horror. Se supo también que el televisor con el que los imputados pueden seguir el debate desde esta habitación, fue apagado por orden de Menéndez.

Párrafo aparte para los tres que no están: Anadón, Centeno y Luján.Recordemos que esta causa contaba con once imputados, tres se murieron en el camino, razón por la cual quedan sobreseídos. 32 años fue demasiada espera. Nos quedamos con la intriga de cómo hubiesen estado sus caras tras esos vidrios blindados que los “protegen”, o su mirada a los ojos de quienes torturaron, o su quebradiza voz ante las preguntas del Tribunal. En nuestra memoria quedaran como lo genocida que fueron.

El 11 de junio de 1976 Susana Sastre fue secuestrada y llevada a la Perla donde estuvo cautiva 8 meses.

El 11 de junio de 2008 Susana Sastre acompañó al Tribunal a La Perla para realizar un reconocimiento ocular del sitio. Pasaron exactamente 32 años.



Luis Rodeiro escribe "Dos Instantes"


Marcelo Meloni escribe "El Padre" de la Aberración"


César Pucheta escribe "Huellas"







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Fotos de desaparecidos durante la dictadura militar de 1976–1983 en el Pje. Santa Catalina, ciudad de Córdoba, Argentina. Conmemoración del 32º aniversario del golpe militar. Al fondo, una torre de la Catedral de Córdoba, cuyo arzobispo en aquel entonces, el Cardenal Primado de Argentina Raúl Primatesta, apoyó a los golpistas e impidió, en tanto pudo, toda crítica de la Iglesia hacia el gobierno de facto.



Pictures of desaparecidos (victims of forced disappearance) during the Argentine military dictatorship of 1976–1983, at Santa Catalina Passage, Córdoba City, Argentina. This was taken just prior to the day of the commemoration of the 32nd anniversary of the coup d'état. In the background, one of the towers of the Cathedral. The archbishop of Córdoba at the time, Primate of Argentina, Cardinal Raúl Primatesta, supported the coup and forbade, whenever possible, criticism to the de facto government coming from members of the Church.



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jueves, 5 de junio de 2008

CAUSA BRANDALISIS: JUICIO A MENÉNDEZ Y OTROS GENOCIDAS



En un extenso y sólido testimonio, la sobreviviente Teresa Meschiati describió en detalle la estructura interna del campo de concentración y los padecimientos de sus prisioneros, entre los que recordó a las cuatro víctimas de esta causa: Humberto Brandalisis, Carlos Lajas, Hilda Palacios y Raúl Cardozo.


La Asistente Social, hoy jubilada del Estado suizo (donde se exilió 25 años), es la primera testigo en la causa Brandalisis. En seis horas de declaración ratificó que por La Perla pasaron unos 2000 prisioneros. Asegura que Luciano Benjamín Menéndez visitó dos veces el lugar y que además les robó a los Montoneros dos valijas con dólares que no repartió.La Defensa, por su parte, comienza con tácticas intimidatorias y de amedrentamiento obligando a la testigo a dar el nombre de una compañera.


Con voz segura, Teresa Meschiati, reconoce a los acusados; uno a uno los nombra por sus apellidos y alias. El abogado de la familia Lajas -Mauro Ompre- indaga sobre el aspecto de Acosta que lleva pelo largo, barba y bigote. Responde que en aquella época ya usaba el pelo a la altura de los hombros. Tras reconocer sus anteriores testimonios y firmas realizados ante Naciones Unidas (1980) Conadep (1983) y en Córdoba (2003), ratifica esos dichos y comienza el interrogatorio.






La objetividad frente al horror


Escrito por Mariano Saravia, periodista cordobés


El martes 27 de mayo comenzó finalmente el juicio oral y público a Luciano Benjamín Menéndez, máximo responsable del terrorismo de Estado en Córdoba durante los años 70.

Después de 25 años de democracia finalmente se hará justicia con uno de los mayores genocidas de la Argentina, luego de que en 1989 fuera salvado a dos semanas de ser juzgado por el indulto de Carlos Menem. Ahora bien, ¿Menéndez y los otros siete acusados en esta causa fueron personajes aislados que de pronto enloquecieron y cometieron los peores delitos de lesa humanidad? ¿O más bien fueron parte de un engranaje mayor que llevó adelante un plan sistemático? Y si fue así, ¿por quién fue diagramado ese plan? Sabemos que fue ejecutado por los militares que habían usurpado el poder político. Pero el poder económico, ¿en manos de quién estaba? ¿A quién representaba José Alfredo Martínez de Hoz, ministro de Economía de Videla? O Domingo Felipe Cavallo, ilustre producto cordobés mejorado en Harvard.


Quizá sea muy difícil probar judicialmente la vinculación directa entre un plan económico de desindustrialización y concentración de la riqueza con el genocidio, pero podríamos hacerle caso a Kertesz cuando dice que luego del horror “sólo queda resistir con palabras ciertas”. Y las palabras deben ahondar más allá de una eventual condena a Menéndez, el ejecutor del genocidio.
Después de La Perla, no se puede seguir viviendo ni haciendo periodismo como antes. Entre otras cosas, no se puede seguir con la cantinela de la objetividad. ¿Cómo ser objetivo ante el horror? ¿Cómo ser tan cínico al estilo Mariano Grondona, que sentó a su mesa de un lado al torturador Etchecolatz y del otro lado a su torturado Alfredo Bravo? Como escribió en cierta ocasión el periodista Alexis Oliva en la revista Umbrales, “la teoría de las dos campanas da paso inmediato a la teoría de los dos demonios”.


Eso fue exactamente lo que hicieron vergonzosamente muchos periodistas cuando le pusieron gratuitamente el micrófono a Cecilia Pando o a Jorge Alberto Agüero, dos caricaturas grotescas de la defensa de los que violaron los derechos humanos.


Hoy es fácil subirse al caballo y condenar verborrágicamente a Menéndez, porque las condiciones sociales no dan lugar a otra cosa, pero mucho menos común es hurgar más en la mugre más asquerosa de nuestro pasado reciente. Si no se puede ser objetivo con los ejecutores del genocidio, tampoco debería ser posible frente a las fuerzas que lo impulsaron. Concretamente es la política económica de los grupos concentrados de sectores industriales, financieros y agropecuarios. La misma política económica que llegó a su máxima expresión durante el menemato y que generó las condiciones de miseria que dieron origen luego a la marginalidad y a la exclusión.
Hoy hay por lo menos cinco millones de compatriotas que están en esta situación de miseria, marginalidad y exclusión, que ya no sirven al sistema ni siquiera para ser explotados y por lo tanto, a los ojos de los poderosos están sobrando. Este es el nuevo genocidio en marcha, el que bajo la nueva bandera de luchar contra la inseguridad, lo que se busca es invisibilizar a los nuevos indeseables, con cárceles o directamente con policías entrando a sangre y fuego en las villas miserias.


¿Cómo ser objetivos ante esto? ¿Cómo podemos seguir viviendo nuestras vidas igual que antes de tanto horror? Veinticinco años después de la vuelta de la democracia, como sociedad buscaremos justicia para el genocida. Pero quedan muchos esfuerzos por destinar a que el horror no vuelva a ocurrir.


Un verdadero “Nunca más”.

lunes, 5 de mayo de 2008

9 DE MAYO "CLASE ABIERTA"


"VERSOS APARECIDOS"


DE CARLOS AIUB



INVITADOS ESPECIALES:


-JUAN AIUB RONCO, hijo de Carlos


-JULIAN AXAT, poeta e hijo de desaparecidos


CHARLA Y MUESTRA DEL PROYECTO


"VERSOS APARECIDOS; DANZAS HABITADAS2


EN EL AULA 220 A LAS 19HS



Sobre los prólogos


Estos Versos


Muchas veces los HIJOS fantaseamos con verlos aparecer.Nuestros viejos se nos instalan a veces en los sueños, en esos en los que te haces un bollito en la cama y sentís cómo te abrazan y que te dicen cosas al oído que no son palabras. Entonces sabés que están cerquita. Cuando despertás, seguís hecho un ovillito y abrazás a la almohada para que no se escapen.Otras veces los confundimos en la calle, metamorfoseamos otras caras en las de ellos para verlos ir a trabajar, o esperar un micro, o caminar bajo los tilos; porque los queremos volver a ver, para imaginarlos en una supuesta rutina cotidiana.También aparecen de otras maneras: se filtran en nuestra memoria como cuadros cubistas compuestos con las cuatro o cinco fotos que nuestras familias lograron rescatar; en los gestos que hacemos y sus amigos reconocen en nosotros; cuando abrazamos a nuestros hijos como ellos lo hubieran hecho.Esta vez es Carlos, el papá de Juan y de Ramón el que aparece en sus versos. En estos versos que nos cuentan mucho: el amor a su compañera y mamá de “los chicos” -como nos llaman nuestros abuelos-; el compromiso urgente con una realidad que pedía a gritos un camino de lucha hacia la liberación de nuestro pueblo; el respeto a los compañeros; la alegría inmensa de palpar la vida a través de sus hijos…Y así, una vez más, aparecen los desaparecidos. Siempre cuando los necesitamos y los sentimos vivos caminando a nuestro lado. Recitando estos versos, que también hablan de nosotros.
Verónica Sanchez Viamonte
La Plata Junio de 2007.-

VERSOS APARECIDOS de Carlos Aiub

Poema número dos
pienso en la muerte

desde hace varios días pienso en la muerte esa que puede venir

en cualquier momento y borrarlo todo

claro para vos se entiende

dejándote la duda de si empezás de nuevo las horas y los días

los que cuidas ya no mucho para no olvidarte

y los otros que tampoco olvidás

los que tantas veces quisiste

que no fueran con ganas de dejar de ser vos mismo aunque con miedo

los sueños una y otras vez reemplazados hasta este último tal vez definitivo

algunas flores que fueron flores y después fueron muriendo

los versos que aún intentás a golpes

el amor y el odio juntos

sin saber cuál es cuál a partir de algún momento

el camino interminable y tal vez nunca interminado

la vida hecha hombre

la podredumbre y las cosas lindas siempre todo junto

los recuerdos amontonados

junto a los por qué diablos no los hice

todo eso

la muerte que lo borrará todo y algo más que ahora no recordás

todo eso que fuiste bien o mal oh concepto liberal sin que te alcance nunca

cuando llegue la muerte y te tome desear estar en otra cosa

que te tome así y no temer

como forma de escaparte lejos por un rato

como tantas veces lo intentaste o lo pensaste

un poco de vino para borrar las penas o alguna droga

para olvidar la tierra

o simplemente querer seguir durmiendo cuando ves

que todo sigue igual ahí en tu pieza

la muerte pensada así y no temida

mas la muerte que así no existe y entonces sí temer

temer el dolor con que penetre el golpe que te dé

temer el dolor como cuando siempre

la forma del dolor y de la muerte empezás también a imaginarla y temés

temés también tu olvido

o algo así

el qué pensarán de vos

si te recordarán

si tu nombre bautizará algo o servirá para algo

temer el final que no te deje ver el final

la victoria viste

las cosas nuevas que buscás

el nuevo sueño chiquitín continuado

temer todo eso y entonces si temer la muerte que se puede venir

y no la deseás

y te aferrás a la vida con todo

porque querés vivir simplemente para ver cuando al final la vida viva

el nuevo dolor lo pensás más tarde.-



Pasaron ya treinta años desde el secuestro de Carlos, durante los cuales sus escritos pasaron de manos hasta llegar a las definitivas: las nuestras, las de sus hijos. Como padres inexpertos, sobreprotegimos el cuaderno recluyéndolo en el silencio y la seguridad del cofre destinado a los patrimonios más valiosos -a esos pocos legados tan inevitablemente propios como la sangre- donde esperó por años el fin de su cautiverio. Hoy hemos decidido por fin liberar los versos, aparecerlos, abrir la posibilidad a un pequeño triunfo, a ganar una mínima batalla: la de volver a Carlos entre nosotros y, a través de su poesía, retomar su voz inconclusa.
La mayoría de estos poemas no poseen título, solo unos pocos recibieron nombre. Algo similar ocurre con las fechas, no todas fueron registradas por Carlos. Esta publicación respeta el orden espacial que ocupaban los poemas dentro del cuaderno, y de acuerdo a ese orden han sido, tal vez irrespetuosamente, numerados. Contemplando aquellos poemas fechados, resulta extraña la inexistencia de una línea cronológica dentro del ordenamiento espacial; una posible explicación imagina al cuaderno conteniendo trascripciones de una selección realizada por Carlos, hipótesis probable dado el confiado uso de la tinta y las escasas correcciones. Hemos decidido además, acompañar las transcripciones con algunas copias de los poemas originales –de color amarillo tiempo- que nos permiten imaginar, como quien mira una vieja cinta “Super 8”, los movimientos cautos de su mano derecha hacedora de palabras cuyas mayúsculas no logran distanciarse.
Carlos nació en Coronel Dorrego y entre colegio, fútbol –con mas ganas que habilidad, según cuentan-, clases de plástica y algo de Beatles, trascurrieron allí su infancia y juventud junto a sus hermanos menores, Riqui y Marita. Algunas viejas fotos lo delatan por esos años sobre el altar de la Iglesia del pueblo, primero como disciplinado monaguillo y luego como miembro de Acción Católica, confirmando su condición de chupasirio, tal como muchos lo recuerdan cariñosamente.
Una vez terminados sus estudios secundarios, Carlos emigró a La Plata a estudiar Geología, carrera en la que se graduó tiempo después. Durante esos años, la facultad, la pensión y la realidad descubrieron para él que la iglesia no era herramienta suficiente para alcanzar los cambios legítimos con los que comenzaba a soñar. Se acerca al Peronismo de Base e inicia su militancia barrial; allí conoce a Beatriz Ronco -Bea en sus poemas- quién fue su compañera, esposa y con quién tuvo dos hijos varones. Juntos y en compañía de Riqui, eligen al Movimiento Revolucionario 17 de Octubre (MR-17) como nuevo espacio de lucha, sería el nuevo y definitivo. El golpe de estado de 1976 hirió trágicamente a la historia del pueblo argentino y lo hizo con la misma intensidad en la familia Aiub: el 9 de Junio de 1977 detuvieron en La Plata a Beatriz Ronco y Ricardo Aiub, al día siguiente a Carlos, de quienes jamás se conoció su paradero; un mes después en un operativo asesinaron a Marita, a su esposo Rafael y a Claudio, el hijo de ambos de solo dos meses de edad; también en julio de ese año, secuestraron en Coronel Dorrego a Maria, la madre de los hermanos Aiub, que tras ser brutalmente torturada, fue liberada días después. Con estas desapariciones y asesinatos aún cercanos en tiempo y espacio, fue hallado el viejo cuaderno anillado que todavía atesora los versos de nuestro padre; versos aparecidos.
La literatura fue una de las grandes pasiones de Carlos, él amaba la lectura y aún graduado y trabajando como docente en el Museo, continuaba sosteniendo su trabajo alternativo de venta ambulante de libros. La búsqueda por conocer qué libros habitaron su biblioteca no ha sido muy esclarecedora, a través de testimonios solo descubrimos que alguna vez recomendó como de lectura imprescindible a "A sangre fría" de Truman Capote y "Otra vuelta de tuerca" de Henry James. Es en este campo de sensibilidad y letras, donde nuestro padre libra batallas por escribir poesía o como el mismo definió por “escribir esos versos que aún intentás a golpes”.
Sus poemas sangran ante las evidencias de un mundo cruelmente desigual y persiguen el vértigo y la intensidad de una transformación urgente. Son flechas certeras que decodifican un universo de entrega y compromiso, donde la cercana posibilidad de la muerte no está siquiera seducida por la duda de una alternativa posterior, sino padecida como el vacío que no permitirá sintetizarse en ese triunfo inexorable. Su poesía encuentra espacios para reconocer en su amor por Bea al motor necesario para el cotidiano andar dentro de la realidad viscosa; nos cuenta sobre sus hijos, flores y proyectos, temiendo una violenta imposibilidad a verlos crecer, pero confiando en la libertad como único posible legado.
Hace algún tiempo, Juan Gelman, recordando a Paco Urondo, describía la indivisible unión entre militancia y poesía que el poeta desaparecido había alcanzado:
“No hubo abismos entre experiencia y poesía para él; corregía mucho sus poemas, pero supo que el único modo verdadero que un poeta tiene de corregir su obra es corregirse a sí mismo, buscar los caminos que van del misterio de la lengua al misterio de la gente. Luchó con y contra la imposibilidad de la escritura. También luchó con y contra un sistema social encarnizado en crear sufrimiento."
Difícilmente encontremos un modo más claro para entender la vida y la poesía de Carlos Aiub.
El rescate de estos versos hacia su publicación en papel y en su hermano formato web (www.versosaparecidos.com.ar) hubiese sido imposible sin la desinteresada entrega de Emiliana Carricondo, Julian Axat, Soledad Rodriguez Sabater, Verónica Sanchez Viamonte y José María Pallaoro. Imprescindible también resultó HIJOS y su incansable lucha, refugio desde donde aprendimos a reencontrarnos con nuestros viejos. A todos ellos, infinitas gracias.-

Ramón Aiub Ronco y Juan Aiub Ronco

sábado, 26 de enero de 2008

Rapa Nui


lunes, 31 de diciembre de 2007

CON EL AÑO NUEVO LLEGARÁN ELLOS, LOS QUE FALTAN?


Ausente



¡Ausente!

la mañana en que me vaya
más lejos de lo lejos,

al Misterio,
como siguiendo inevitable raya,
tus pies resbalarán al cementerio.


¡Ausente!

La mañana en que a la playa
del mar de sombra y del callado imperio,
como un pájaro lúgubre me vaya,
será el blanco panteón tu cautiverio.


Se habrá hecho de noche en tus miradas;
y sufrirás, y tomarás entonces
penitentes blancuras laceradas.


¡Ausente! Y en tus propios sufrimientos
ha de cruzar entre un llorar de bronces
una jauría de remordimientos.


CÉSAR VALLEJO



Llegarás 2008 como todos los que llegaron, con nuestras esperanzas a cuestas, brindaremos deseando el pronto reencuentro.



martes, 11 de diciembre de 2007


Ala de colibrí


(Silvio Rodríguez)

Hoy me propongo fundar un partido de sueños,

talleres donde reparar alas de colibríes.

Se admiten tarados, enfermos, gordos sin amor,

tullidos, enanos, vampiros y días sin sol.


Hoy voy a patrocinar el candor desahuciado,

esa crítica masa de Dios que no es pos ni moderna.

Se admiten proscritos, rabiosos, pueblos sin hogar,

desaparecidos deudores del banco mundial.


Por una calle descascarada por una mano bien apretada.

Hoy voy a hacer asamblea de flores marchitas,

de deshechos de fiesta infantil, de piñatas usadas,

de sombras en pena -del reino de lo natural

-que otorgan licencia a cualquier artefacto de amar.

Por el levante, por el poniente, por el deseo, por la simiente.

por tanta noche, por el sol diario, en compañía y en solitario.


Ala de colibrí, liviana y pura.

Ala de colibrí para la cura...

lunes, 26 de noviembre de 2007

CONSTRUCCIÓN


Amó de aquella vez como si fuese la última

Besó su mujer como si fuese la última

Y cada hijo suyo como si fuese el único

Y atravesó la calle con su paso tímido

Subió la construcción como si fuese máquina

Irguió en el nivel cuatro paredes sólidas

Ladrillo con ladrillo en un dibujo mágico

Sus ojos embotados de cemento y lágrima

Sentó para descansar como si fuese sábado

Comió frijol con arroz como si fuese un príncipe

Bebió y sollozó como si fuese un náufrago

Bailó y gargalhou como si oyese canción Y tropezó en el cielo como si fuese un borracho

Y flotó en el aire como si fuese un pájaro

Y se acabó en el suelo hecho un paquete flácido

Agonizó en medio del paseo público

Murió en la contramano estorbando el tráfico

Amó de aquella vez como si fuese el último

Besó su mujer como si fuese la única

Y cada hijo como si fuese el pródigo

Y atravesó la calle con su paso borracho

Subió la construcción como si fuese sólido

Irguió en el nivel cuatro paredes mágicas

Ladrillo con ladrillo en un dibujo lógico

Sus ojos embotados de cemento y tráfico

Sentó para descansar como si fuese un príncipe

Comió frijol con arroz como si fuese el máximo

Bebió y sollozó como si fuese máquina

Bailó y gargalhou como si fuese el próximo

Y tropezó en el cielo como si oyese canción

Y flotó en el aire como si fuese sábado

Y se acabó en el suelo hecho un paquete tímido

Agonizó en medio del paseo náufrago

Murió en la contramano estorbando el público

Amó de aquella vez como si fuese máquina

Besó su mujer como si fuese lógico

Irguió en el nivel cuatro paredes flácidas

Sentó para descansar como si fuese un pájaro

Y flotó en el aire como si fuese un príncipe

Y se acabó en el suelo hecho un paquete borracho

Murió en la contra-mano estorbando el sábado


1971 - Chico Buarque (Brasil)

jueves, 22 de noviembre de 2007


"Versos aparecidos"


Libro de Carlos Aiub, poeta, docente y militante montonero.



veintinueve



cada noche de tanto en tanto
suelo contar las estrellas que restan
de aquí hasta ese universo total
(por lo pleno y compartido)
y cada mañana retomo el camino de alguna nueva estrella
y así hasta alcanzarla
cada noche de tanto en tanto
suelo contar las estrellas que restan
¡y claro que son menos las que faltan!
prosigamos entonces persiguiendo luces y andando marchas.-




viernes, 9 de noviembre de 2007

SI TENES DUDAS SOBRE TU IDENTIDAD...



comunicate con

"ABUELAS DE PLAZA DE MAYO"
teléfono: 0800-222-2285







La autopista del sur


Julio Cortázar

Gli automobilisti accaldati sembrano nom averesotiria...
Come realtà, un ingorgo automobilisticoimpressiona ma nom ci dice gran che.


ARRIGO BENEDETTI, “L'Espresso”,Roma, 21/6/1964

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Julio Cortázar(1914-1984)
Axolotl
(Final del juego, 1956)

Hubo un tiempo en que yo pensaba mucho en los axolotl. Iba a verlos al acuario del Jardín des Plantes y me quedaba horas mirándolos, observando su inmovilidad, sus oscuros movimientos. Ahora soy un axolotl.
El azar me llevó hasta ellos una mañana de primavera en que París abría su cola de pavo real después de la lenta invernada. Bajé por el bulevar de Port Royal, tomé St. Marcel y L’Hôpital, vi los verdes entre tanto gris y me acordé de los leones. Era amigo de los leones y las panteras, pero nunca había entrado en el húmedo y oscuro edificio de los acuarios. Dejé mi bicicleta contra las rejas y fui a ver los tulipanes. Los leones estaban feos y tristes y mi pantera dormía. Opté por los acuarios, soslayé peces vulgares hasta dar inesperadamente con los axolotl. Me quedé una hora mirándolos, y salí incapaz de otra cosa.
En la biblioteca Saint-Geneviève consulté un diccionario y supe que los axolotl son formas larvales, provistas de branquias, de una especie de batracios del género amblistoma. Que eran mexicanos lo sabía ya por ellos mismos, por sus pequeños rostros rosados aztecas y el cartel en lo alto del acuario. Leí que se han encontrado ejemplares en África capaces de vivir en tierra durante los períodos de sequía, y que continúan su vida en el agua al llegar la estación de las lluvias. Encontré su nombre español, ajolote, la mención de que son comestibles y que su aceite se usaba (se diría que no se usa más) como el de hígado de bacalao.
No quise consultar obras especializadas, pero volví al día siguiente al Jardin des Plantes. Empecé a ir todas las mañanas, a veces de mañana y de tarde. El guardián de los acuarios sonreía perplejo al recibir el billete. Me apoyaba en la barra de hierro que bordea los acuarios y me ponía a mirarlos. No hay nada de extraño en esto porque desde un primer momento comprendí que estábamos vinculados, que algo infinitamente perdido y distante seguía sin embargo uniéndonos. Me había bastado detenerme aquella primera mañana ante el cristal donde unas burbujas corrían en el agua. Los axolotl se amontonaban en el mezquino y angosto (sólo yo puedo saber cuán angosto y mezquino) piso de piedra y musgo del acuario. Había nueve ejemplares y la mayoría apoyaba la cabeza contra el cristal, mirando con sus ojos de oro a los que se acercaban. Turbado, casi avergonzado, sentí como una impudicia asomarme a esas figuras silenciosas e inmóviles aglomeradas en el fondo del acuario. Aislé mentalmente una situada a la derecha y algo separada de las otras para estudiarla mejor. Vi un cuerpecito rosado y como translúcido (pensé en las estatuillas chinas de cristal lechoso), semejante a un pequeño lagarto de quince centímetros, terminado en una cola de pez de una delicadeza extraordinaria, la parte más sensible de nuestro cuerpo. Por el lomo le corría una aleta transparente que se fusionaba con la cola, pero lo que me obsesionó fueron las patas, de una finura sutilísima, acabadas en menudos dedos, en uñas minuciosamente humanas. Y entonces descubrí sus ojos, su cara, dos orificios como cabezas de alfiler, enteramente de un oro transparente carentes de toda vida pero mirando, dejándose penetrar por mi mirada que parecía pasar a través del punto áureo y perderse en un diáfano misterio interior. Un delgadísimo halo negro rodeaba el ojo y los inscribía en la carne rosa, en la piedra rosa de la cabeza vagamente triangular pero con lados curvos e irregulares, que le daban una total semejanza con una estatuilla corroída por el tiempo. La boca estaba disimulada por el plano triangular de la cara, sólo de perfil se adivinaba su tamaño considerable; de frente una fina hendedura rasgaba apenas la piedra sin vida. A ambos lados de la cabeza, donde hubieran debido estar las orejas, le crecían tres ramitas rojas como de coral, una excrescencia vegetal, las branquias supongo. Y era lo único vivo en él, cada diez o quince segundos las ramitas se enderezaban rígidamente y volvían a bajarse. A veces una pata se movía apenas, yo veía los diminutos dedos posándose con suavidad en el musgo. Es que no nos gusta movernos mucho, y el acuario es tan mezquino; apenas avanzamos un poco nos damos con la cola o la cabeza de otro de nosotros; surgen dificultades, peleas, fatiga. El tiempo se siente menos si nos estamos quietos.
Fue su quietud la que me hizo inclinarme fascinado la primera vez que vi a los axolotl. Oscuramente me pareció comprender su voluntad secreta, abolir el espacio y el tiempo con una inmovilidad indiferente. Después supe mejor, la contracción de las branquias, el tanteo de las finas patas en las piedras, la repentina natación (algunos de ellos nadan con la simple ondulación del cuerpo) me probó que eran capaz de evadirse de ese sopor mineral en el que pasaban horas enteras. Sus ojos sobre todo me obsesionaban. Al lado de ellos en los restantes acuarios, diversos peces me mostraban la simple estupidez de sus hermosos ojos semejantes a los nuestros. Los ojos de los axolotl me decían de la presencia de una vida diferente, de otra manera de mirar. Pegando mi cara al vidrio (a veces el guardián tosía inquieto) buscaba ver mejor los diminutos puntos áureos, esa entrada al mundo infinitamente lento y remoto de las criaturas rosadas. Era inútil golpear con el dedo en el cristal, delante de sus caras no se advertía la menor reacción. Los ojos de oro seguían ardiendo con su dulce, terrible luz; seguían mirándome desde una profundidad insondable que me daba vértigo.
Y sin embargo estaban cerca. Lo supe antes de esto, antes de ser un axolotl. Lo supe el día en que me acerqué a ellos por primera vez. Los rasgos antropomórficos de un mono revelan, al revés de lo que cree la mayoría, la distancia que va de ellos a nosotros. La absoluta falta de semejanza de los axolotl con el ser humano me probó que mi reconocimiento era válido, que no me apoyaba en analogías fáciles. Sólo las manecitas... Pero una lagartija tiene también manos así, y en nada se nos parece. Yo creo que era la cabeza de los axolotl, esa forma triangular rosada con los ojitos de oro. Eso miraba y sabía. Eso reclamaba. No eran animales.
Parecía fácil, casi obvio, caer en la mitología. Empecé viendo en los axolotl una metamorfosis que no conseguía anular una misteriosa humanidad. Los imaginé conscientes, esclavos de su cuerpo, infinitamente condenados a un silencio abisal, a una reflexión desesperada. Su mirada ciega, el diminuto disco de oro inexpresivo y sin embargo terriblemente lúcido, me penetraba como un mensaje: «Sálvanos, sálvanos». Me sorprendía musitando palabras de consuelo, transmitiendo pueriles esperanzas. Ellos seguían mirándome inmóviles; de pronto las ramillas rosadas de las branquias de enderezaban. En ese instante yo sentía como un dolor sordo; tal vez me veían, captaban mi esfuerzo por penetrar en lo impenetrable de sus vidas. No eran seres humanos, pero en ningún animal había encontrado una relación tan profunda conmigo. Los axolotl eran como testigos de algo, y a veces como horribles jueces. Me sentía innoble frente a ellos, había una pureza tan espantosa en esos ojos transparentes. Eran larvas, pero larva quiere decir máscara y también fantasma. Detrás de esas caras aztecas inexpresivas y sin embargo de una crueldad implacable, ¿qué imagen esperaba su hora?
Les temía. Creo que de no haber sentido la proximidad de otros visitantes y del guardián, no me hubiese atrevido a quedarme solo con ellos. «Usted se los come con los ojos», me decía riendo el guardián, que debía suponerme un poco desequilibrado. No se daba cuenta de que eran ellos los que me devoraban lentamente por los ojos en un canibalismo de oro. Lejos del acuario no hacía mas que pensar en ellos, era como si me influyeran a distancia. Llegué a ir todos los días, y de noche los imaginaba inmóviles en la oscuridad, adelantando lentamente una mano que de pronto encontraba la de otro. Acaso sus ojos veían en plena noche, y el día continuaba para ellos indefinidamente. Los ojos de los axolotl no tienen párpados.
Ahora sé que no hubo nada de extraño, que eso tenía que ocurrir. Cada mañana al inclinarme sobre el acuario el reconocimiento era mayor. Sufrían, cada fibra de mi cuerpo alcanzaba ese sufrimiento amordazado, esa tortura rígida en el fondo del agua. Espiaban algo, un remoto señorío aniquilado, un tiempo de libertad en que el mundo había sido de los axolotl. No era posible que una expresión tan terrible que alcanzaba a vencer la inexpresividad forzada de sus rostros de piedra, no portara un mensaje de dolor, la prueba de esa condena eterna, de ese infierno líquido que padecían. Inútilmente quería probarme que mi propia sensibilidad proyectaba en los axolotl una conciencia inexistente. Ellos y yo sabíamos. Por eso no hubo nada de extraño en lo que ocurrió. Mi cara estaba pegada al vidrio del acuario, mis ojos trataban una vez mas de penetrar el misterio de esos ojos de oro sin iris y sin pupila. Veía de muy cerca la cara de una axolotl inmóvil junto al vidrio. Sin transición, sin sorpresa, vi mi cara contra el vidrio, en vez del axolotl vi mi cara contra el vidrio, la vi fuera del acuario, la vi del otro lado del vidrio. Entonces mi cara se apartó y yo comprendí.
Sólo una cosa era extraña: seguir pensando como antes, saber. Darme cuenta de eso fue en el primer momento como el horror del enterrado vivo que despierta a su destino. Afuera mi cara volvía a acercarse al vidrio, veía mi boca de labios apretados por el esfuerzo de comprender a los axolotl. Yo era un axolotl y sabía ahora instantáneamente que ninguna comprensión era posible. Él estaba fuera del acuario, su pensamiento era un pensamiento fuera del acuario. Conociéndolo, siendo él mismo, yo era un axolotl y estaba en mi mundo. El horror venía -lo supe en el mismo momento- de creerme prisionero en un cuerpo de axolotl, transmigrado a él con mi pensamiento de hombre, enterrado vivo en un axolotl, condenado a moverme lúcidamente entre criaturas insensibles. Pero aquello cesó cuando una pata vino a rozarme la cara, cuando moviéndome apenas a un lado vi a un axolotl junto a mí que me miraba, y supe que también él sabía, sin comunicación posible pero tan claramente. O yo estaba también en él, o todos nosotros pensábamos como un hombre, incapaces de expresión, limitados al resplandor dorado de nuestros ojos que miraban la cara del hombre pegada al acuario.
Él volvió muchas veces, pero viene menos ahora. Pasa semanas sin asomarse. Ayer lo vi, me miró largo rato y se fue bruscamente. Me pareció que no se interesaba tanto por nosotros, que obedecía a una costumbre. Como lo único que hago es pensar, pude pensar mucho en él. Se me ocurre que al principio continuamos comunicados, que él se sentía más que nunca unido al misterio que lo obsesionaba. Pero los puentes están cortados entre él y yo porque lo que era su obsesión es ahora un axolotl, ajeno a su vida de hombre. Creo que al principio yo era capaz de volver en cierto modo a él -ah, sólo en cierto modo-, y mantener alerta su deseo de conocernos mejor. Ahora soy definitivamente un axolotl, y si pienso como un hombre es sólo porque todo axolotl piensa como un hombre dentro de su imagen de piedra rosa. Me parece que de todo esto alcancé a comunicarle algo en los primeros días, cuando yo era todavía él. Y en esta soledad final, a la que él ya no vuelve, me consuela pensar que acaso va a escribir sobre nosotros, creyendo imaginar un cuento va a escribir todo esto sobre los axolotl.